Wednesday, June 21, 2006

junio veinte uno

Reconocer en la alegría ajena memorias de fanatismo propios de otra vida no es lo máximo que (me) podría hoy pasar. Mas, ¿Por qué no una mísera tregua? Bs. As. canta anticipada en homenaje a esos héroes lejanos que antes también supe yo venerar: Semidioses de virtud semejante como dominar un esférico –palabra santa del periodismo deportivo–, o acaso ni eso siquiera, contar con esa estrella que los convirtió en. Alguna vez los soñé, ahora tanto me costaría darle una chance a ese entretenimiento, ese entretiempo que al final siempre aburre, nada conforma, ya no se puede ni en semidioses confiar. La esperanza fue tan sólo un derrame de insatisfacción. El bar, la imagen, la gente hueca, todo silencio, todo vacío. Qué queda sino volver vacío de expectativa, aún cuando sólo de eso se tratase: De una vacía expectativa por nada, por sólo la mente intentar despejar. Nada. Sólo sé que hoy de noche vuelto rutina, por otros rumbos sólo algo (me) queda por esperar. Lo demás, lo de hasta tal vez ayer, ya no tiene remedio. Otro todo se me acaba de desperdiciar.
Y hasta resulta tedioso intuir que debo de vuelta volver a empezar.

felipe marangoni

0 Comments:

Post a Comment

<< Home