Tuesday, June 20, 2006

junio diecinueve

Todavía mudo, sin saber qué decir. Estos días plenos de inestabilidad me acumulan vacío, me devuelven inestable. Tengo una promesa en la mano, una misión inútil por celular. ¿Qué iré a tratar de experimentar? Sólo me he enviciado de música, lectura y encierros anecdóticos. Tan lejana la vida animada, tan en desuso el ejercicio de la decisión: Carezco de alicientes, cuando las horas se (me) desarticulan como lunes, en falso comienzo, en invertido final: No es aconsejable esta inversión. Tiendo a símbolos que no existen, sólo dentro de mí. Parezco un sabio de lo inútil, con frases inoperantes que sabrán bien sonar, mas habrán sido muertas por falta de aplicación. Sin embargo, es parece a lo que a este sitio he sido arrojado a ser: Un perfecto autor de ayudas para otros, de suicidios para mí. Lo siento este lunes. Creo que no puedo ni a mi yo más ajeno llegar a comprendido ser. Mas no creo ser para esto importante. Me espera un momento como cuento, tal vez, seguro, tendrá un comienzo entusiasta, apurará como nudo asfixiante y concluirá como la nada:
Con el silencio susurrante de otro amargo final.

felipe marangoni

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