Monday, July 17, 2006

julio 17

He descubierto un síntoma de nada que me pueda poner peor que esta nada que ahora he descubierto. Qué significa esto, no lo sé. Es acaso una forma de auto empuje, de no te vayas a quedar: Lo suyo es esto Marangoni. No viva de nada, de nadie más. Sólo haga lo que sabe, lo que lo pueda justificar: Pero qué hacer cuando ni siquiera lo dejan a uno justificarse, no lo dejan marcharse en paz: Si algo he descubierto hoy es que ni siquiera tengo la paz de pedirle a todos, al todo, a todo: Déjenme marcharme en paz. Sin voltear, sin retroceder, sin saber qué decir, sin que me importe lo que afuera, mañana, se me revelará. No hay modo. Sigo anclado en esta cárcel. Ya no esta condena me tuviera, me supiera, me doliera sobrevivir más.
Quién sabe.
Acaso ya sea cuestión de aprender menos que a sobrevivir, a sobremorir un tanto como una vida más.

felipe marangoni

julio dieciseis

Domingo. ¿Qué hay de interesante un domingo? El día negro, la lluvia que ya no amenaza, que ya se quedó a con nosotros estar, siempre estar siquiera en mi sangre, en la sangre que me revuelve de indecisión. Otra vez siento la indecisión, la certeza de que lo que es seguro, es la seguridad de que de cualquier modo todo me sigue saliendo mal: Ayer fue un poco de cielo en la noche enferma, en la tarde infernal: Acaso ella sea sólo eso: Un montón de pequeños cielos brillantes por ratos, mas nunca por algo más. No tengo ya la promesa de que todo se prolongue más. Ya sé que estoy llegando al final, con ella, con todas ellas, con todas demás.
Y cuando la esperanza se llama domingo, no queda esperanza válida, no queda tiempo para validar.

felipe marangoni

Saturday, July 15, 2006

julio quince

Hoy no me reconzco lo sé. Sueles así dejarme cuando soy pura expectativa. Qué me depara el transcurrir, el recurrir a esas horas que me arrojarán a una especie de foso de castigo: Sé que he de sufrir. Más allá de lo que hayas dejado, dejado en mí. Creo es tiempo de a todo, de por todo dejar. Qué más puedo hacer. Sólo me resta, nunca me suma, me resta esperar por el todo, por la nada, por una nueva forma de final.
¿Y qué es hoy para mí el final?
Un algo como una nada: La nada que supone ser un sábado sólo, acaso solo un difuso sábado más.

felipe marangoni

Friday, July 14, 2006

julio catorce

Sin novedad pasa el día, la tarde es un fantasma obligado a mi lado permanecer. Hay un tedio que me supera, que me empuja a por algún elogio rastrear, alguno subterráneo, alguno forzado, alguno más. No me interesa la rutina, en la tarde, otra vez tarde, me seda una melodía y su promesa de ajustarme, de componerme, de arreglarme final: Entonces luego me siento capaz: Tiendo a pensar, pienso, me atrevo a profundizar, a proponerme a tomar la reversa, a sentir que lo perdido no se puede ya recuperar: Sin embargo me conforme acaso con retazos de eso perdido, eso olvidado volver a animar. Quién sabe, quién puede enseñarme lo que me ha de volver a animar.
¿Lo podrías hacer vos? Espero aún luego poder escuchar tu vos.

felipe marangoni

julio 13

Tiempo de tormentas que se antojan pasajeras. O no. Tiempo de in-decisiones que nada tiene de pasajero, me siento yo un pasajero sin boletos, un polizonte engrillado en un navío venido a menos, venido a pique: No creo pudiera ya sobrevivir: Este naufragio me está devorando paso a paso, me hundo sin chapotear, para qué resistir a la muerte, acaso el final sea, fuere siempre mejor. Porque acaso más luego reviviré en otras correntadas, en otras corrientes, más no sea en una Corrientes ya sumergida, ya ahogada, ya hechada a perder.
Si por acá, por esta Furia, ya me han condenado a perder.

felipe marangoni

Wednesday, July 12, 2006

julio doce

Cada vez más cerca y aún sin definición. Me siento un animal en el desierto, tironeado por todos aquellos que de mí quisiesen tironear. Como anzuelos se adhieren a todas partes, jalado, enjaulado por todos estas sombras que amenazan mi respiración vaciar. Y más vacío que esto ya no creo pueda más.
Ahora me voy, siquiera el silencio se apiadará en esta noche, acaso la última, en esta posición.
La posición del que ya no vuelve, no vuelve a volver regresar.

felipe marangoni

Tuesday, July 11, 2006

julio once dos

Reconocer en este día algo semejante al destino final tiene poca gracia como mucha verdad. Hay una voz que ya ni sé será de muertos pero aún me reclaman atención. ¡Atención! Ya no te puedes sostener. ¿Y qué martes vas a hacer? Tanto te hablan, tanto te especifican, tanto te llevás de las palabras, menos las que te puedan controlar: Ya he perdido el control. Y tengo un par de teléfonos que reclaman, reclaman mucho más o menos, reclaman de alguna manera por mí. Tantas voces, tantos ecos, tanta mierda aleteando alto, bajo, por todo lado mal. ¿Pero acaso no son simples sonidos de la no-vida? ¿Sabrán todos ellos, todas ellas lo que me puede o no adelantar? Más se ve, me veo como atrasado, como manipulado, como cansado ya de todo más.
Será cuestión de sentarme.
Será cuestión de observar.
Hasta dónde puta más.

felipe marangoni

julio ocho/nueve

He llegado al fin. Al fin de. No parece tan distinto a la miseria de otros días, de otras olvidables semanas de más. Sólo deslizarme en la mañana entre tiendas de imagen ganadora. Y yo qué hago entonces. Busco pasar tiempos y mañana pasar más tiempo cerca de mi sangre, de mi círculo, al menos en estas horas más lejos del de Dante, más cerca del de Dios. ¿Dónde estará Dios? Lo he perdido por fraude, por no entender cómo se vive en el infierno de por acá. Y acaso como recuerdo de Dios pensaré en mi padre y en otro cumpleaños sin su sombra. Pero está bien, seguro él estará en donde esté, estará bien. Y yo estaré mejor por este mi acá, retornando a mi casa prestada, a mi barrio que nunca se atrevió a encantarme conocer.
Pero qué importa.
En este fin de semana habrá demasiados huecos que jamás importará conocer.
Me basta con mi mismo llegar a conocer.

felipe marangoni

julio diez

¿Qué habré en este día desarrollado? Lamento ser frágil en la memoria, no recordar lo que intenté entonces a algún lado llevar, de algún modo llegar. No sé qué habré sido, aun recuerdo un día especial de alguien, de alguna más, que me omitió con razón: No habría por qué no tenerla. Y acaso recuerde que en ese día especial, ella se habrá configurado momentos donde yo no estuve, donde por qué demonios debería yo estar: Y ya no recuerdo más:
Acaso que alguna vez yo también fui especial.
Pero ya no.
Hoy ya nada soy, salvo un recuerdo fugaz acaso en alguna mente fugaz.

felipe marangoni

julio once uno

Espeto el Inicio (este). Versión desdoblada del Yo que ya no seré. Escrupuloso es el comentario audaz de la mazmorra. Hostil desacreditación. Y no es sino fugaz el entretenimiento burgués que acaso me propongo entre los dedos cansinos de arañar.
Y voy a la busca. Y al no encuentro.
Y me escudo, bajo las flechas y los mantos; bajo las canciones y los ecos. Soy equívoco número que el Dueño del Paraíso omitió en su desespero.
Y sin embargo espero. Y sin embargo cavo.
Acaso porque me enaltezco en mi desplante, o por que ya ni la resignación actúo.

nadie

Friday, July 07, 2006

julio siete

Otro comienzo a pura desilusión. El tiempo no ayuda, permanece gris, como la visión del mundo, de mi mundo hoy. Malas condiciones auguran mi viaje, mi entrada al infierno: He descubierto la entrada, una más, del infierno: No es sólo las que el gran Alejandro detalló, o las que el señor Sábato me enseñó: Hay más, por todos lados, por la Furia, por mi alma. Es hasta simpático caminar sus galerías, ver al mismo linyera, al mismo vendedor de mapas, seguro otro Atlas, acaso actualizado, aunque sospecho no. NO es para tan fácil encontrar. Es cuestión de agonías, de inútiles marchas, de llegadas sin fin. Ya no creo en el fin. No en el principio, en nada más.
Y llegado al infierno diario, no me es preciso por hoy detallar más.

felipe marangoni

Thursday, July 06, 2006

julio six

Qué otra cosa puedo sentarme a esperar. Todo (todo) me salió mal otra vez. Esta vez creo ya definitiva. No vislumbro manera de contrarrestar las pesadas bromas del universo: Ya se me pasó de gracioso, no tiene nada de. Levantarme este día es un calvario que me apretuja del todo silencio: Debo desde ahora volverme silencio y oscuridad. Ya ni el sol resucitado encuentra lugares de mi sombra para iluminar. Soy una sombra de cloaca, de túneles, de subterráneo: Será así mejor para todos, para todo, para mí. No entiendo cómo sostenerme ya, sin embargo aún tengo paciencia para arrimar una sonrisa, un comentario oportuno que a todos hará felices, a todos los ilusos que sueñan con felicidad. Pero es sólo un atisbo de mi yo. Nada más quiero aportar. No más voy a importar. Para qué. Para quién. Cómo esperar por una, acaso una que nunca pero nunca se acordará siquiera de llegarse a mí acercar. Qué podrían ellas acercar.
Prefiero encerrarme en la calle tenebrosa y olvidar. Sí. Lo prefiero: En la Furia antes que esperar, es mejor dejarse para siempre olvidar.

felipe marangoni

Wednesday, July 05, 2006

julio cinco

Tras el horrendo festín que consumió mis ideas nocturnas, tras el mal estar en un sueño prestado, pesado, penado por espectros del dolor, es otro día, otro vacío en la Furia hecha Furia gris por la gris disposición del todo, del cielo, del subterráneo, del propio yo. Hoy me encuentro gris, molesto, aún a pesar de contar con aquellos que me sostienen desde lejos, más cerca, aunque siempre lejos, lejanos como yo, con mis oraciones impostadas, apartadas, que no obstante saben el mensaje correcto acarrear: Mi mensaje nunca se ha de callar. Por todo lo que me da un respiro, una ilusión, un destino: Todo eso y más ya se me antoja hasta demasiado para este día que no pasa, que se queda varado como estaca en mi corazón: Porque algo me susurra que algo sé que estoy muy cerca, por completo, de la derrota total. Pero y qué más. ¿Acaso hay algún algo más? No tengo ganas entonces de pensar, para qué. Nada se consigue como no sea algún desaconsejable síntoma de desesperación. Pero ¿ya no lo habías frecuentado Felipe? Eso de la desesperación se parece a una comida amarga que siempre (me) cae para el lado negro, para el volver a mal estar. Hoy en otro día de miércoles vuelvo a malestar, a molestar a mis demonios dormidos con mis pedidos de paz: Ya acaso es necesario que todos (todos) se esfuerzen, si acaso algún día me fuesen a dejar en paz.
¿O será que estoy exigiendo demasiado mucho más?

felipe marangoni

Tuesday, July 04, 2006

julio 4

Tiempo de recreos. El hoy se asemeja mucho a un ayer, cuando mi vida deambulaba como clase turista: Turista es caminar Bs. As. sin tanta cárcel esperando me reporte, sin tanta rutina apurando la espalda, es entonces poder caminar sobre tanta gente de Florida, tanta gente hueca derramada en la peatonal, buscando sólo cumplir un ritual de mediodía: Cuál será, qué será lo que a estos huecos mueve a moverse como gusanos enredados por el poco tiempo, acaso poco tiempo para poder seguir, seguir hacia la nada, hacia el fin de la tarde, hasta el nunca llegar: Dónde mierda podrán llegar. Pero ya es tarde: Se terminó el recreo, ahora soy el que amenaza con no llegar, mas a mí qué me importa. Nada he solucionado con tanto trámite vano, que tal vez sólo por que me lo debía, entendí lo debía hacer. Pero qué lejos queda todo cuando de nuevo estoy rutina, de nuevo soy decepción: ¿Para esta mierda he venido? Para llegar y ver y no detenerme y seguir y tratar aún contra mí de a todos ayudar, de apara todos estar, y eso quién, quién carajos me lo va a recompensar.
Pero qué más puedo dar.
No doy más, acaso nunca di menos que lo poco que puedo ser: Y qué soy. Sólo un montón de ruinas, construido sin planos, sin guías, sin control. Deahí la evidencia: Es evidente que cada tanto todo se me derrumbe pesado, todo se me termine caer.
Aunque siempre te haya pedido lo mismo, aunque nunca me hayas podido entender.

felipe marangoni

Monday, July 03, 2006

julio cero-tres

Como atajos me estoy autosaboteando, acaso por la necesidad suprema de no auto fallarme, de no auto claudicar: De todos modos, tres días a veces son la misma cosa: dejar las horas, el tiempo esquivar, sentirlos pesados, como las nubes que atormentan tanta tormenta de espíritu, tanta inestabilidad emocional. Entonces, qué queda: Sólo sentarme a esperar. Idiotizarme con la tv que nada reporta, sólo colores ajenos, bellezas de salón, inasequibles, inconquistables, como inconquistable es esta tierra que yo soñé como mejor: Es una mierda, todo por acá lo es. Nada me convoca a un delirio de bienestar, menos de satisfacción. ¿Me equivoqué? Cuando tres días me abandonan vacío, me desamparan lejano, no tengo cómo, cómo carajos rebatir(me), cómo demonios volverme a validar. Creo que ya me queda poco valor, muchos bolsillos vacíos, demasiado espacio para alquilar.
Ando cerca, cerca de la calle, lejos de casa.
Demasiado cerca del final.

felipe marangoni

junio treinta

¿Será hoy el último día de las almas perdidas? Por lo pronto me detengo a pensar que entre ellos me siento a contar: Cuento con nada, hoy las cosas se pierden de mi control, y presiento que poco es lo que hoy me interesa. Es tarde en la. Las horas se me escurren oscuras, más tal vez que ayer, cuando era demasiada oscuridad. No sé qué hago en la rutina, en la Furia, en la nada. Tal vez sea mejor entretenerse con ellas, con las ellas que entre todas se me mezclan, entre todas se me hacen una, una complicada y eterna, como las angustias que de algún modo, de modo alguno aún me esfuerzo en soportar.
Mañana podríamos de nuevo tener un algo nuevo. Un algo nuevo para de nuevo comenzar.

felipe marangoni